Siempre pensé que un hogar
se basaba en cuatro paredes
y un techo, un par de puertas
y ventanas, a veces alfombras
y fogatas para conservar el calor,
hasta que te conocí, en
ese momento mi hogar
cambio, ahora tiene
brazos que me cuidan
del frío, un par de manos
en las que confió y un
corazón que late junto al mío.
